FSOE 300 México: una experiencia en torno al trance

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Por: @Karen_Estrada

Cuando voy a un evento, me gusta llegar antes de que empiece. Soy de las que disfruta desde la apertura de puertas hasta el último beat. La cita para el FSOE 300 México era a las 2 pm y el timetable oficial marcaba media hora de “ambient music”. -Perfecto para desentumirnos- pensé. No contaba con que un cambio de planes me haría llegar cuarenta minutos tarde. Al llegar al WTC, fue difícil encontrar lugar de estacionamiento. -¡Claro, ya es tarde!- me repetía mientras imaginaba el lugar abarrotado y lo difícil que sería encontrar a mis amigos que ya estaban dentro. A pesar de mi retardo, decidí pagar el boleto de estacionamiento en ese momento para evitar las largas filas que seguramente se harían después. ¿El costo? $60.00 por todo el evento. Me pareció bastante bueno el precio. Hecho esto ingresé al lugar y ¡sorpresa! Había muy poca gente.

escenario fsoe

Jorge Nava ya estaba tocando y mis pies comenzaron a moverse poco a poco pero me cohibía que el lugar estuviera tan vacío. Había quienes, al igual que yo, también bailaban tímidamente. De pronto, sonó Be your sound de Cosmic Gate. ¡Cuántas ganas de cantarla a todo pulmón! Pero solo sonreí enormemente. En cuanto terminó el track fui por una cerveza pero no tuve éxito pues la venta de alcohol comenzaría hasta las 4 pm y apenas eran las 3. Entonces opté por una botella de agua. ¿Precio? $22.00. Se había publicado que el set de Nava concluiría a las 3:30 pm. A esa hora, el público comenzó a inquietarse. Escuché a alguien decir que esperaba que no le restaran ese tiempo al B2B. Pensé que Alpha Force ya no se presentaría y que Jorge Nava estaba cubriendo ese tiempo.

fsoe nava

Alrededor de las 4 pm, Nava se despidió y comenzó Alpha Force con un beat bastante más atascado que el de Nava. Los demás asistentes también sintieron ese cambio y lo festejaron. La gente se soltó un poco más. Aún no se llenaba el lugar y las luces seguían prendidas. Debo confesar que antes de este evento no conocía a Alpha Force pero, hasta el momento, me estaba dejando una buena impresión. De pronto, un hombre subió al escenario… era muy delgado y vestía de negro… para mi sorpresa, comenzó a cantar con micrófono en mano. Era difícil verlo pues las luces tardaron en iluminarlo. Pregunté a mis amigos si sabían quién era el cantante pero nadie supo. Respecto a su presentación solo diré que, por fortuna, terminó. Después, el set de Alpha Force prendió cada vez más al público. Desafortunadamente, no logró hacerlo del todo pues, al igual que en el set de Nava, el sonido era inestable. De pronto, se hizo silencio en el set de Alpha Force. Los rechiflidos y los abucheos no se hicieron esperar. Pensé que había sido falla del sonido pero no fue así pues Dan Willis y Jules Moyce, mejor conocidos como Neptune Project, aparecieron en escena. Una parte de mí se emocionó mucho al verlos pues sería la primera vez que los escucharía tocar en un evento; la otra parte se molestó por la manera en que callaron a Alpha Force. No está padre que le corten la inspiración así a un DJ y al público que está “calentando motores”. Me pareció una falta de respeto. A pesar del cortón, Alpha Force se despidió del público con una gran sonrisa.

 

Entre gritos y aplausos, comenzó el set de Neptune Project con Aztec. ¡Vaya forma de iniciar! Esos primeros acordes matan y cautivan irremediablemente. Todos gritamos. La piel se me erizó y no pude dejar de sonreír. Cuando el track explotó, comenzamos a bailar. En ese momento ya no importó que el lugar no se hubiera llenado aún ni que las luces continuaran prendidas: la música se había apoderado de nosotros. Escuché a alguien decir -¡Esto es trance puro!-. Sí, la trance family estaba presente. Este set de hora y media me hipnotizó y me cautivó totalmente; después me enteré, por medio del Twitter de Neptune Project, que lo tocaron a 142 bpm. Generalmente no me importa la velocidad de los sets pero me sorprendió saberlo y sé que algunos de ustedes apreciarán el dato. Cuando pensé que este set no se podría poner mejor, sucedió algo inesperado (al menos para mí): ¡tocaron su remix a Sun in your eyes de Above & Beyond! ¡Qué manera de enamorar!

fsoe neptune

Después de que Neptune Project se despidió del público, se apagaron las luces y unos bailarines vestidos de egipcios subieron al escenario acompañados de un mix de trance que bien pudo haber sido el “intro mix” de algún CD pirata. Mientras los fragmentos musicales sonaban, los bailarines (o aprendices de bailarines) subían por unas telas que colgaban a los lados de la pirámide egipcia, hecha de pantallas, en la que se encontraban las tornas. Este desafortunado espectáculo solo duró alrededor de 5 minutos. Después, Bjorn Akesson se apoderó del público al iniciar su set con unos hipnotizantes acordes de guitarra mezclados con Invasion de Armin y W&W, seguido de The Evil ID de Max Graham. A estas alturas, la cerveza comenzó a hacer efecto, no solo en mi ánimo, sino también en mis ganas de ir al baño. -¡No quiero ir! ¡Esto está buenísimo!- me decía a mí misma. Así estuve hasta que no pude esperar más. Por fortuna, los baños no estaban llenos así que no me tomó mucho regresar para seguir bailando. Cabe mencionar que los sanitarios no fueron un sufrimiento en este evento pues, además de que no tenías que formarte para entrar, siempre estuvieron limpios; además, había papel higiénico, jabón y toallas de papel para secarse las manos. Sin duda, esto es algo que se agradece.

 

fsoe bjorn

Antes de que finalizara el set de Akesson, que duró hora y media, mis amigos comentaron que se había cancelado la presentación de Shogun por problemas en su vuelo. Con esto, nos había quedado claro el motivo por el cual se habían recorrido los horarios. Sin embargo, no todos los asistentes se habían enterado de la cancelación pues muchos se sorprendieron cuando apareció Sied van Riel a pesar de que en las pantallas se leía “Shogun”. Hubiera sido un acierto que cambiaran los visuales para que concordaran con el DJ que en realidad se estaba presentando en ese momento. Debo confesar que me perdí un poco el set de Sied van Riel pues estuve luchando contra la cerveza que quería hacerme su prisionera. Por fortuna, la vencedora fui yo y pude volver en mí para cantar An Angel’s Love de Alex M.O.R.P.H. y disfrutar las demás presentaciones.

fsoe seid

Después, Shogun inició un breve pero poderoso set de media hora que abrió con Save Me en el remix de Chris Schweizer y que concluyó con las cautivadoras vocales de Lotus. Esta presentación nos alborotó y nos dejó queriendo más de este DJ que esperamos regrese pronto a México.

fsoe shogun2

El siguiente en tomar las tornas fue Roger Shah que inició su set con tracks de Balearic Beauty, el nuevo álbum de Sunlounger. Después, el DJ alemán nos puso a cantar a todo pulmón Back to you y Lost para más tarde derretirnos al ritmo de la emotiva White Sand. Esta melódica presentación tuvo un gran cierre cuando Shah y Fadi compartieron el escenario para tocar Perfect Love y así concluir este set que duró dos horas.

fsoe shah

Después de 10 horas de pie, la espalda y los pies comenzaron a doler pero el ánimo no desfallecía, al contrario, quería más. Llegó entonces el momento de recibir la que, sin duda alguna, fue la presentación más esperada: el B2B entre Aly & Fila y John O’Callaghan. De inmediato se sintió el poder en los beats de estos dos monstruos del trance. Es imposible no contagiarse de toda su energía. Esto posibilitó que, a pesar del cansancio, siguiéramos bailando, brincando y cantando durante este set de casi tres horas. Algunas pancartas se elevaron, una de ellas decía “Who’s afraid of +140?”. Me queda claro que estos DJs no le tienen miedo a la velocidad pero tampoco le temen a la parte emocional y melódica pues en varios momentos nos derritieron con tracks que nos cautivaron hasta la médula, como Breathe, I Don’t Deserve You y How Long? También hubo algunas sorpresas como Born Slippy. Sí, estos señores saben perfectamente lo que hacen. Uno de mis amigos dijo “La pantalla ya no se ve, se siente” y tuvo razón porque aunque los visuales no eran la parte más atractiva del evento, la música los realzaba sin dejar de ser ella la protagonista. El último track que coreamos fue Find Yourself al que siguió Laily para despedir a todos los DJs que nos dieron un gran evento.

fsoe b2b

Después del cierre, algunos DJs bajaron del escenario para firmar autógrafos y tomarse fotografías con el público. Este tipo de acercamientos es algo que los asistentes siempre apreciamos. El DJ más buscado fue John O’Callaghan quien, conservando su seriedad característica, firmó pacientemente cada boleto, playera e, incluso, ipod que le entregaron. Así se cerró una gran noche en la que el trance nos abrazó, nos sacudió y nos cautivó. Una noche que ahora solo habita en nuestros recuerdos.

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