El hombre detrás de Tiësto: Tijs Verwest

Nunca negaré mis raíces, soy un tipo ordinario de Breda y nací en Tuinzigt; un lugar del que llamarían “duro”, más callejero.

Mis papás se divorciaron cuando yo tenía cuatro años. Mi mamá crió a mi hermana, a mi hermano y a mí. Yo soy el más chico. Cuando tenía 14 años, ya tenía un trabajo para ganar un poco de dinero. Si llegábamos a comer en un restaurante de comida china, para mí ya era todo un lujo. Creo que ahora que veo en retrospectiva mi vida, y sé que hoy como en este tipo de lugares muy a menudo, siempre recuerdo que antes para mí todo sólo era un sueño.

¿Qué tipo de joven era yo? Yo era de los que iba a la escuela sólo porque había que hacerlo. Al final del año me ponía a estudiar como loco. Yo tengo un MAVO (el segundo nivel de educación básica) y HAVO (el equivalente a Bachillerato) y el MAEO. La economía siempre me pareció atractiva. En las tardes me iba a trabajar a una tienda de videos y después tocaba un rato en el club De Lendte. Me pagaban cerca de 15 florínes (la antigua moneda de Holanda) por noche. Vendía mis primeros mixes caseros en alrededor de 10 florines.

Yo jugaba muy bien el fútbol, primero en Saint Anna Boys, luego en Vestingboys. Era delantero y la verdad es que sí anotaba bastante seguido. Eso me llenaba mucho a decir verdad. Siempre quería ganar; en los entrenamientos nos ponían a correr 10 kilómetros y yo siempre desistía y me decía, “esto es aburrido…” pero después me volvía a decir a mi mismo, “Tijs, no has estado corriendo todo este tiempo para nada”. Empezaba a correr como loco y dejaba atrás al resto del equipo.

Siempre he tenido un lazo fuerte con mi mamá. Los tiempos duros durante mi niñez nos hizo muy unidos. Ella ya tiene casi 80 años y por supuesto que en algún momento ha asistido a uno de mis shows. Una vez que toqué en el Gelredome, un tipo se acercó a eso de las 5 a.m. y le preguntó, “Disculpe abuelita, ¿está un poco perdida?”. Por otro lado, apenas y conocí a mi papá; él murió cuando yo era muy joven. En realidad yo soy un tipo más de mamá, sensible y emotivo. No estoy avergonzado de esto, muy al contrario. Me di cuenta que el resto de mis amigos, que fueron criados por sus dos padres eran de una manera más distinta. Mi mamá siempre me dijo, “cuando estaba embarazada, siempre supe que tú serías alguien muy especial”.

La música para mí es la única razón de existir. Cuando era pequeño escuchaba a Ferry Maats Soulshow y soñaba en hacer mis propias mezclas. ¿Qué me diferenció del resto? Caray, creo que yo he podido sentir muy bien la vibra que hay dentro de un club, sea chico o grande. Dependía del ambiente la música que fuera a tocar.

Soy como un camaleón con el sentido afinado para cambiar dependiendo de la situación. Por encima de todo, la gente ve que yo disfruto mucho lo que hago. Hay muchos colegas que cuando mezclan tienen una cara larga. Eso nunca me ha pasado. Yo siempre quiero que la gente se emocione, sólo tengo una meta en mi set: ¡brincar hasta el techo!

¿Drogas? No son para mí. La única vez que me tomé algo fue una píldora de XTC, quería saber qué se sentía. Te pones muy eufórico, agarras las mismas cosas que ya habías tomado hace tres segundos. Todo se vuelve como en otra dimensión, pero al siguiente día te sientes como perro. Tengo que cuidar mucho mi condición, mi trabajo me exige mucha alerta, concentración, estar enfocado y ejercitado.

Hace un rato que yo me fumaba dos cajetillas de Marlboro al día, me tomaba una cerveza, un refresco mezclado con Bacardi y un vodka. Ya dejé todo eso. La gente se identifica más con un DJ que sea fresco y esté en condición, no con otra cosa. Conozco a muchos que están siempre con cocaína. Me resulta una falta de respeto hacia su público. Ahora, sólo me tomo una copa de champagne. Sí, los tiempos han cambiado…

He conocido a muchas estrellas como Richard Gere, Cameron Díaz y a Madonna. De hecho, hice un remix para ella pero lo catalogó como “muy pesado”. Robbie Williams me pidió una vez si no podía hacerle un remix. Ellos viven en su pequeño mundo, pero me conocen, aún cuando no era tan famoso.

La verdad me gusta mucho salir de fiesta, me considero un “party animal”. Me gusta una fiesta para bailar, un club lounge, sólo busco dónde relajarme. A veces sólo quiero tener un espacio de tiempo “libre” pero “privado”; la gente llega coriendo a pedirte una fotografía, estés en la fiesta, en el avión pero la verdad a veces les tengo que decir: “Lo siento mucho, estoy por cenar, ahora no es el momento”. Esto es algo que probablemente no hubiera dicho hace unos años.

En Holanda, la locura es civilizada. En cualquier otro lugar del mundo esto es diferente. He estado en tantos países que en mi casa tengo un mapa con pines puestos en todos los lugares donde he tocado. Sólo algunas partes de África, por en medio de Estados Unidos y también por en medio de Rusia no me he presentado.

Una vez fui a Irlanda y entré a un club mientras iba rodeado de un escuadrón de guardaespaldas para que contuvieran a la gente que se quería acercar a mí. En Argentina me vitorean, “¡Olé, olé, olé, Tiësto, olé!”, “¡Ahí está el Dios!”. Son cosas que uno pensaría que sólo le pasaban a los Beatles y pues sí, obviamente te alimenta el ego.

Tuve una relación con Monique (Spronk) que duró cinco años. Apenas y había tiempo para que nos viéramos. Ella tenía una carrera muy exitosa como modelo y yo tenía la mía. Nos la pasábamos viajando cada quien por su lado y cuando apenas nos podíamos ver, nos la pasábamos discutiendo por qué no nos podíamos ver más. Ahora sólo somos buenos amigos.

Creo que soy algo popular con las mujeres, antes de Monique tuve un rato muy loco; tuve muchas novias. Ahora las cosas son más serias para mí. Por supuesto que me encantaría estar alado de una mujer que sea hermosa, inteligente y agradable, siempre fantaseo sobre el matrimonio y los hijos; mejor pongan esto con mi número telefónico, ¡ja, ja, ja! Me gustaría que fuese una mujer independiente que no me esté esperando en el sofá hasta que yo llegue porque eso pasaría hasta las 6 a.m., cómo mínimo y lo único que necesitaría sería dormir.

Soy muy selectivo y pienso que tengo algo de miedo con comprometerme. Mis papás se divorciaron a mediados de los años setenta, lo cual era algo inusual para su época. Una relación es difícil pero seguiré esperando a que suceda. Mis agallas me dicen que la verdad aún no estoy listo, floreceré después.

Hoy me la llevo más fácil, mi vida social no existía. Hago gira cuatro, cinco veces por semana y siempre es en países distintos. Ahora trabajo más en Europa y me sumo a causas más humanas, como la lucha contra el SIDA. No quiero estar trabajando todo el tiempo, es mejor irme más profundo y ver todo lo que he logrado. Siempre quise dar algo a cambio. Hice un viaje a Zambia para ver si mi dinero en verdad estaba llegando a las manos correctas.

Una vez me invitaron a tocar en Túnez y luego en Marruecos. El dueño del club me dijo que me daría un jet privado y podía llevar a seis de mis amigos. Por supuesto llevé a mis amigos de Breda, los que aún siguen conmigo. También iba, mi manager y mi asistente pero la mayoría eran muy buenos amigos míos.